miércoles, 13 de enero de 2010

SIN ELECTRICIDAD Y CON PRECIOS ALTOS: VIVA EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

OSCAR ANDRADE ESPINOZA
Ya los venezolanos sabemos lo que es el Socialismo del Siglo XXI. Ése que mienta mucho nuestro Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez. Es una postura ideológica que se considera de "izquierda", mediante la cual "se persigue el beneficio al colectivo", a través (decimos nosotros) de una serie de medidas políticas y económicas que afectan al rico, al pobre y al de la clase media (si todavía existe), pero cuyos rectores de esas medidas pudieran no verse afectados. Es como aquel famoso dicho de "para ti lo angosto y para mí lo ancho".
Por ejemplo: nuestro Jefe de Estado determinó la devaluación del bolívar (de hecho, hizo el anuncio), ante el "ajuste" del precio de la divisa americana, a 2,60 para renglones prioritarios, como alimentos, maquinarias, educación, salud, entre otros, y a 4,30 (el doble del valor anterior) para la importación de electrodomésticos, neumáticos, autopartes, telecomunicaciones, plásticos, material de construcción, electrónica, informática, cigarrillos y cañita (escocés). Esta medida implica una significativa alza de precios de los productos ya citados. Quien pretendía adquirir un TV plasma deberá desembolsar más del doble del valor del mismo, porque los especuladores (que nunca faltan) aprovecharán.
Otra medida del "Ejecutivo Nacional" es la aplicación de un esquema de racionamiento de cuatro horas en varios estados de Venezuela, con el objeto de evitar, según las autoridades eléctricas, un verdadero colapso en el servicio, como consecuencia de una significativa merma del caudal de agua en la represa Guri, ante la notable sequía que ha producido la reducción de la cota por debajo de los 260 metros sobre el nivel del mar (once menos de lo normal).
Ambas resoluciones perjudican no sólo a Pedrito, quien vive en un rancho y ya no comprará el televisor porque le saldrá más caro ni escuchará el juego en la radio, porque casualmente cortan la energía a la hora de ese juego; también tocará al potentado, dueño de empresas, porque si (por ejemplo) es propietario de una cadena de carnicerías, a menos que cuente con una planta eléctrica, la carne se le pudrirá.
Éste es el socialismo del siglo XXI, lo ancho para los órganos decisorios (¿quién dice que en la casa del ministro de Energía Eléctrica cortarán la luz por cuatro horas?. ¿O en la del Presidente?) y lo angosto para el pueblo.
Si por lo menos se hubieran tomado medidas preventivas, con la construcción de plantas generadoras de energía eléctrica, no habría necesidad de depender del Sistema Interconectado Guri y en consecuencia se hubiese evitado el incómodo racionamiento eléctrico.

 Pero nuestro inefable gobierno (aunque no lo quiera reconocer su Jefe) es comunista, claro, en teoría más no en la práctica, recuerden que hace siete años un colega periodista aseguraba que la cabeza del régimen usaba ropa y relojes de marca, al tiempo que predicaba no importar que estuvieramos desnudos y pobres..., además de viajar en el Airbus (avión presidencial) hacia otros países. ¡QUÉ VIDA TAN DURA!.

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