Nadie sabe a ciencia cierta lo que ha pasado con las asociaciones de vecinos. En los diarios de circulación y nacional casi no se nombran. Sólo se mencionan los consejos comunales.
De hecho, hace tres años, una dirigente vecinal de Prados del Este, en Caracas, Kiomara Escovino, dijo que las asociaciones de vecinos perdieron poder, debido a que se eliminó como figura de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal vigente desde 2005.
Una sucinta revisión de la referida Ley da cuenta de la poca preponderancia de las asovecinos como factores para procurar el bienestar de los habitantes de su comunidad. Sin embargo se establece la actuación de los consejos comunales, creados hace más de un lustro, en la tarea de organizar asambleas de ciudadanos y gestionar las mejoras en sus respectivos vecindarios.
Aún así, se ha podido conocer que algunos consejos comunales han esgrimido como directrices su configuración bajo un esquema donde sólo tengan cabida representantes del partido de gobierno (Partido Socialista Unido de Venezuela).
En caso de ser cierto lo aseverado en el párrafo anterior, ¿cómo harán los vecinos no afectos al socialismo o al PSUV para plantear sus inquietudes?; ¿cómo harán los adecos, copeyanos (que aún los hay), los de Un Nuevo Tiempo, los de otros partidos contrarios al proceso o los independientes, para hacer escuchar su voz y tener eventualmente poder de decisión en el seno del consejo comunal?.
Mientras tanto, los ciudadanos no hallan a qué instancia vecinal acudir para gestionar, por ejemplo, que tapen el hueco frente a su casa o que pase el aseo urbano a tiempo. No hay asociaciones de vecinos y casi nadie conoce los consejos comunales. Tal vez hay alguno en su localidad y el vecino no se ha dado cuenta...
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