Les deben hasta el modo de caminar.
Dicen que no se irán de la sede municipal hasta que les garanticen el pago correspondiente.
Están dispuestos a pasar ahí la Navidad y el fin de año.
OSCAR ANDRADE ESPINOZA
Sin medio están los trabajadores de la Alcaldía de Maracaibo. Les deben la quincena, cesta tique, una parte de los aguinaldos y los enviaron a sus casas, de vacaciones hasta enero, porque supuestamente no hay recursos.
La masa trabajadora asegura que sí hay dinero para el pago respectivo, porque en primer lugar el alcalde interino Daniel Ponne es observado en diversos medios de comunicación, a través de cuñas donde se informa sobre las obras de la alcaldía y en segundo lugar se han efectuado actividades festivas que entrañan considerables gastos.
"No nos vamos a ir de aquí. Hasta que nos paguen lo que nos corresponde, no nos moveremos, estamos dispuestos a pasar la Navidad y el 31 (de diciembre, fin de año) aquí, que nos paguen", gritaba un empleado.
Hasta una persona de avanzada edad fue víctima de un paro cardiaco, porque le dijeron que no había dinero para pagarle, citan sus compañeros pensionados municipales.
LA MUGRE TOMA POR ASALTO MARACAIBO
Lo grave es que habrá a corto plazo un problema de salud pública, porque no solamente los trabajadores de la Alcaldía entraron en conflicto, también los de SAGAS, SAMAT, IMTCUMA, Bomberos y el Instituto Municipal de Aseo Urbano.
Esta situación implica el incremento de desechos sólidos en las casas y en los frentes de éstas, al punto que proliferarán moscas y otros insectos causantes de enfermedades, debido a que los trabajadores del IMAU (quienes por cierto en esta época del año solicitan colaboraciones) también están de paro.
DESDE PERÚ ESPERAN DIRECTRICES
Con las manos en la cabeza, las autoridades municipales no han logrado precisar una salida al conflicto que ha alterado el orden público en el Centro de Maracaibo.
Están a la espera de directrices desde el Sur del subcontinente, pues no se quieren arriesgar a incurrir en violaciones de derechos humanos, si apelan a los "gases del bueno" los Polimaracaibo, para disuadir a los manifestantes y conminarlos a que abandonen las sedes municipales y se vayan "tranquilos" a sus casas, a pasar la Navidad y fin de año, de vacaciones, por falta de dinero para el pago respectivo.
La decisión se la dejarán a quien actualmente tiene como residencia Lima, para ver de qué manera se manejará el conflicto que se le escapó de las manos al alcalde interino.
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