OSCAR ANDRADE ESPINOZA
La polémica signa su destino. En la capital de Dinamarca, como un guapetón de barrio, el Presidente de Venezuela retó a los de seguridad de la cumbre ambiental, a sacarlos a él y a Evo Morales (presidente de Bolivia) del recinto donde ofrecían una rueda de periodistas, con gases lacrimógenos. Les solicitaban desalojar la sala, porque el tiempo se había terminado.
Durante su alocución, Hugo Chávez tuvo el atrevimiento de llamar al primer mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, Premio Nobel de la Guerra.
Se dio el lujo de expresar en el podium que "aquí huele a azufre", frase que mencionó hace algunos años en otra cumbre, cuando el presidente estadounidense era George W. Bush.
Atrás quedaron aquellos días cuando en otra cita de presidentes, el propio Obama se acercó a Chávez para saludarlo y como respuesta, el jefe de estado venezolano manifestó: "quiero ser tu amigo".
Con el lío de las "bases militares" en Colombia y otras menudencias, han cambiado las cosas, al extremo de volver tirantes las relaciones no sólo con el vecino país sino igualmente con Estados Unidos.
Ah, y con Holanda también, porque aseguró Chávez que a través de Aruba y Curazao fraguarían un ataque contra Venezuela. Esto tuvo su respuesta cuando representantes diplomáticos de Amsterdam emitieron una queja ante la nación suramericana, aseverando que lo dicho por el presidente venezolano está lejos de la realidad. (Ilustración de s3.amazonaws.com)
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