Por: Oscar Andrade Espinoza
Suena absurdo. Sobre todo, para esas parejas que se la pasan como unos tórtolos. Un especialista en trastornos del sueño, Neil Stanley, propuso una solución práctica, para aquellas mujeres que no pueden soportar los ruidosos ronquidos de sus maridos: duerman separados.
El doctor hizo su planteamiento durante el Festival de Ciencias británico, como salida a inevitables conflictos que se presentan bajo las sábanas.
El especialista, quien dirige uno de los principales laboratorios del sueño en la Universidad de Surrey, Gran Bretaña, asevera, con fundamento en estudios realizados en parejas de ese país, que la mitad de esas parejas, quienes tienen la costumbre de dormir en la misma cama, sufre de trastornos relacionados con el sueño.
Según sus investigaciones, publicadas en la edición española de la BBC, esos molestos ronquidos y el hecho de quedar uno de los integrantes del matrimonio sin estar cuberto por la cobija en plena madrugada, son causales de mal dormir, dolores de cabeza, estados de nerviosismo y enojos por parte de quien (o quienes) padecen molestias inherentes a la experiencia de no dormir como debe ser.
El análisis puesto en el tapete por el especialista británico da pie a inferir que la canción de Liz con Eddie Herrera (A Dormir Juntitos) podría perder vigencia, en caso de existir, en la geografía latinoamericana (caracterizada por las parejas mayoritariamente juntas y acarameladas -aunque después de casados a veces la cosa cambia-), casos de trastornos de sueños en ciudadanas y ciudadanos casados.
Se esperan opiniones...
Con foto de emparejados.es
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