martes, 24 de mayo de 2011

RECETAS DEL FMI RONDAN
ESPAÑA COMO UN FANTASMA
OSCAR ANDRADE ESPINOZA
Desde el 15 de mayo, a una semana de las elecciones provinciales, se ha producido en España una serie de manifestaciones, de ciudadanos que protestan por la falta de empleo y sobre todo, empleo para los jóvenes, muchos de ellos recién graduados, quienes después de cursar estudios, deben volver a sus casas con el título en la mano y sin garantía de colocarse en el mercado laboral.
Se ha conocido vía medios impresos sobre casos de jóvenes que han llegado a trabajar en tiendas de ropa a medio tiempo u otros que ni siquiera saben si algún día llevarán el pan a su casa.
De cada diez jóvenes españoles, casi la mitad no labora; la tasa de desempleo juvenil está en un 43,5 por ciento, según Eurostat, oficina de estadística de la Comisión Europea, que produce datos de la Unión Europea. El desempleo en España se encuentra en un 21 por ciento, lo que se traduce en casi cinco millones de parados.
El hecho de no lograr respuestas de los conductores del país ha compelido a estos ciudadanos a concentrarse en Madrid y otras ciudades, para hacer sentir su voz.
Las protestas fueron dirigidas contra un gobierno que ha tomado medidas como sumar en dos años más la edad para optar por el beneficio de jubilación (de 65 a 67 años), disminución del sueldo de los funcionarios en un cinco por ciento, reducción del número de empleos públicos y una reforma en el mercado laboral que hace más expedito el despido, por nombrar algunas.
Esas medidas fueron un boomerang, a pesar de haber sido instrumentadas como consecuencia de la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, que afectó seriamente a Europa, España incluida, para contrarrestar los efectos de esa crisis; pero sucede que antes de esa coyuntura, el desempleo en ese país era del ocho por ciento.
Se dice que esas medidas fueron un boomerang para el gobierno, porque los votantes castigaron al Partido Socialista Obrero Español y uno de los grandes ganadores, si no el más, es el Partido Popular.
En 2012 son las elecciones presidenciales en España y todo parece indicar que el Partido Popular podría ganar después de dos períodos de gobierno del PSOE. Pero a pesar de producirse un cambio de gobierno, se dice que el PP podría aplicar las recetas del Fondo Monetario Internacional, si se toma en cuenta su característica de partido conservador.
Y esas recetas son dolorosas, que lo diga Grecia, que ha dependido del FMI para acceder a préstamos, pero a un costo popular, porque se han reducido empleos y sueldos en el sector público heleno; que lo diga Portugal, que también ha sufrido una crisis económica, que se llevó por delante a su primer ministro, José Socrates, quien renunció, y que lo diga Venezuela, país que en 1989 vivió su "Caracazo", saqueos en protesta ante las medidas económicas tomadas por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, entre otras el aumento del precio de la gasolina. (Con foto de: soyunparado.es)

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