OSCAR ANDRADE ESPINOZA
Cuando se inició en enero el esquema de racionamiento, para propiciar, según el gobierno, el ahorro del recurso agua del embalse El Guri, cuya hidroeléctrica aporta el setenta por ciento de generación de energía para el país; todas las ciudades venezolanas se plegaron al plan de cortes eléctricos.
El 12 de enero comenzó el racionamiento y dos días más tarde surgió la primera víctima: el hoy ex-diputado Ángel Rodríguez, quien fue ministro de Energía Eléctrica desde octubre de 2009, antes de dejar su curul en la Asamblea Nacional para ejercer sus funciones. El mandamás venezolano ordenó la suspensión del racionamiento en Caracas y le solicitó la renuncia a Rodríguez, la cual aceptó.
En la tarde de este miércoles, un boletín informativo despachado a través de la Agencia Bolivariana de Noticias dio a conocer la aplicación de un plan de cortes programados en la Gran Caracas. A los minutos, un comunicado emanado de la Gerencia de Asuntos Públicos de la Electricidad de Caracas desmintió la información de la ABN, asegurando que en esa región capital no está planteado un esquema de racionamiento, además de aducir que fue un error la difusión de la nota sobre los presuntos cortes.
En la Capital de la República Bolivariana de Venezuela, cuna de El Libertador, no van a cortar la electricidad. Y no se aplicará el racionamiento porque allá están los votos. Para septiembre y para 2012. El oficialismo no se quiere arriesgar. Las barriadas de esa megaurbe están con Hugo Chávez Frías, pero no están dispuestas a perdonar a su "Líder", en caso de determinar que Caracas debe cumplir también con el racionamiento, para contribuir con El Guri.
El pueblo caraqueño no quiere perder a sus hijos ante las manos del hampa, que bajo la oscuridad actuará con mayor impunidad. Tampoco quieren perderse su novela favorita. Un alto costo político tendrá, entonces, bajar el suiche y dejar sin luz a más de seis millones de almas. Eso lo pensó Don Hugo, por ello dijo: "suspéndanme el racionamiento acá". Al asomarse de nuevo el fantasma de los cortes en la Capital, vía "órdenes de arriba", echaron para atrás lo que era inminente.
Esas elecciones no las quiere perder el oficialismo. Harán cualquier cosa para hacerse de una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Y si dejarle la electricidad a Caracas significa asegurar por lo menos cien diputados en el Parlamento nacional, además de doce años más para Hugo Chávez en Miraflores, no dudarán en mantener el suiche arriba en el terruño de Simón Bolívar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario