lunes, 10 de mayo de 2010

HABITANTES FALCONIANOS A PUNTO DE ESTALLAR

A cada momento falla en la capital del estado Falcón el fluido eléctrico. El racionamiento se produce sin aviso, ni definición de horas del corte, como se hacía antes
OSCAR ANDRADE ESPINOZA
En el momento menos pensado, falla en Coro y otras poblaciones del estado Falcón la energía eléctrica. Como en todo el país, hay un esquema de racionamiento. Sin embargo, se aplica si establecer previamente el horario en que se cortará la luz ni mucho menos se define la duración de ese corte del servicio.
En épocas anteriores, cuando se precisaba la reparación de elementos eléctricos y mantenimiento, CADAFE anunciaba en la prensa los días y las horas del corte de servicio, así como su duración. Por lo general, la energía eléctrica cesaba en la hora anunciada, no obstante la esperada reposición del servicio duraba más horas de lo previsto. Sin contar con que en esas mismas etapas también fallaba la energía sin previo aviso y los apagones duraban una eternidad.
En la actualidad, se aplica el esquema de racionamiento, como en toda Venezuela, debido a la dramática reducción de generación eléctrica desde la represa de El Guri en el estado Bolívar (de la cual depende el 70 por ciento del sistema eléctrico nacional), como consecuencia de la baja de la cota de agua del referido embalse del Sur de Venezuela, cantidad que se ubica a sólo ocho metros sobre el nivel del mar de llegar al punto crítico (240 metros sobre el nivel del mar).
Aún así, en Coro se desconoce a qué horas "se irá la luz", produciéndose casos de apagones en la madrugada, lo que incide de manera desfavorable en el sueño de quienes resultan afectados por el calor reinante y la proliferación de zancudos.
Lo grave es que tampoco se sabe a qué horas se repondrá el servicio, tomando desprevenidos a quienes no desconectaron los artefactos a tiempo, razón por la cual muchos aparatos resultan con daños irreversibles.
Exigen los habitantes de Coro y de otras poblaciones falconianas que Corpoelec Falcón tenga al menos la consideración de programar un horario de cortes y difundirlo a la colectividad, pero que ese horario de racionamiento se cumpla a cabalidad, para evitar esas desagradables sorpresas, frente al televisor, cuando la novela está en el punto más interesante; cuando un individuo duerme plácidamente y resulta molestado por un mosquito debido a la falla eléctrica que apagó el aire acondicionado o el ventilador, o al realizar un trabajo académico en la computadora y ésta se apaga, lo que ocasiona la pérdida del esfuerzo que se hizo para efectuar dicho trabajo.

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