Oscar Andrade Espinoza
En una reciente alocución, el Presidente Hugo Chávez cuestionó la dieta "Mc Donald" de muchos venezolanos, quienes a su criterio están sumamente obesos, por ingerir comidas ricas en grasa y carbohidratos.
De pronto, se trató de un "mensaje a García", para varios de sus correligionarios, quienes desde el momento en que asumieron funciones durante el largo período revolucionario para acá, han ganado kilos y se ven con las mejillas sumamente grandes.
Observen por ejemplo a María Cristina Iglesias, ministra del Trabajo y Protección Social (arriba), a quien en los últimos días se ha observado su rostro con prominentes cachetes, producto al parecer de su vertiginoso cambio de hábitos alimenticios.
Ni qué decir de uno de los líderes del proceso, el militar retirado y ministro de Obras Públicas y Vivienda, Diosdado Cabello, quien en años anteriores lucía su estilizada figura, pero desde que asumió las riendas del gobierno de Miranda (2004-2008) hasta el presente se le puede observar su cara sumamente redonda, indicativo de haber ganado considerable cantidad de libras.
El gran jefe, quien tiene el derecho de velar por la nutrición de sus connacionales, debería llamar a éstos y a otros de sus partidarios en el gobierno, para que den ejemplo y se pongan a dieta; de este modo contarán con la moral para formular el llamado a la masa venezolana, para que controle y pico y no siga comiendo tanta grasa y carbohidratos.
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