Por: Oscar Andrade Espinoza
28 de junio de 2009. Militares incursionaron en la casa del entonces presidente de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales (¡qué casualidad!, se llama igual que el ex-alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales, hoy exiliado en Perú, por razones ya conocidas). Lo sacaron en pijamas y se lo llevaron a la Base Aérea para desde allí montarlo en una aeronave con destino a Costa Rica.
Zelaya Rosales (que quede claro, no es primo hermano de Manuel Rosales ni mucho menos) era miembro del partido Liberal en Honduras, de hecho, esta agrupación política, de corte centroderechista, lo respaldó cuando resultó electo presidente en noviembre de 2005.
El hoy ex-presidente hondureño fue prácticamente sonsacado por otros mandatarios que profesan la ideología izquierdista (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba), para que formara parte de una cuestión que mientan el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas, digo yo, ¿y cómo se come eso?).
A raíz de ese inesperado giro de Zelaya (repetimos, miembro del Partido Liberal, que es como decir Acción Democrática en Honduras) hacia el otro lado, además de presupuestas propuestas indecentes de negocios por parte de un presidente latinoamericano, relacionadas con una refinería en las costas hondureñas, y por haber incurrido en la desafortunada propuesta de la tal "cuarta urna", para una "Constituyente" (porque se le pegó el virus de querer reelegirse, igual que ciertos mandatarios vecinos), fue que el Ejército de Honduras (QUÉ FALTA HACE UNO ASÍ EN EL NORTE DE LA AMÉRICA DEL SUR) lo sacó prácticamente a patadas de su casa y lo mandaron a Costa Rica.
Quiso regresar a buscar el sombrero con el que habitualmente se fotografiaba con esos mandatarios izquierdistas, pero no lo dejaron aterrizar en Honduras el 5 de julio. Siguió para Nicaragua, donde tuvo que comprar otro sombrero.
Por Zelaya, asumió el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, su compañero de partido, quien asegura que esa "sucesión forzada" es legal. Ah, pero, ¿será que él es el que manda en Honduras?, porque fue el Ejército el que metió la mano para expulsar al converso ex-presidente.
De paso, ese mismo Ejército desobedeció a Zelaya y a pesar de que éste destituyó al jefe del estado mayor, los tribunales echaron para atrás la decisión y Mel no hizo caso de esa medida. Ahora los militares hondureños mandan y no Micheletti.
Así que en Honduras comenzó la cosa. Que Dani, Raúl, Evo, Rafael y el que te conté vayan al lavamanos, se laven la cara, preparen la afeitadora o sencillamente busquen una ponchera -palangana- y metan la cara, porque como dice el refrán: "SI VES LAS BARBAS DE TU VECINO (ensombrerado) ARDER, PON LAS TUYAS EN REMOJO".
Y el negrito aquel sonríe mucho, pero...
Zelaya Rosales (que quede claro, no es primo hermano de Manuel Rosales ni mucho menos) era miembro del partido Liberal en Honduras, de hecho, esta agrupación política, de corte centroderechista, lo respaldó cuando resultó electo presidente en noviembre de 2005.
El hoy ex-presidente hondureño fue prácticamente sonsacado por otros mandatarios que profesan la ideología izquierdista (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba), para que formara parte de una cuestión que mientan el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas, digo yo, ¿y cómo se come eso?).
A raíz de ese inesperado giro de Zelaya (repetimos, miembro del Partido Liberal, que es como decir Acción Democrática en Honduras) hacia el otro lado, además de presupuestas propuestas indecentes de negocios por parte de un presidente latinoamericano, relacionadas con una refinería en las costas hondureñas, y por haber incurrido en la desafortunada propuesta de la tal "cuarta urna", para una "Constituyente" (porque se le pegó el virus de querer reelegirse, igual que ciertos mandatarios vecinos), fue que el Ejército de Honduras (QUÉ FALTA HACE UNO ASÍ EN EL NORTE DE LA AMÉRICA DEL SUR) lo sacó prácticamente a patadas de su casa y lo mandaron a Costa Rica.
Quiso regresar a buscar el sombrero con el que habitualmente se fotografiaba con esos mandatarios izquierdistas, pero no lo dejaron aterrizar en Honduras el 5 de julio. Siguió para Nicaragua, donde tuvo que comprar otro sombrero.
Por Zelaya, asumió el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, su compañero de partido, quien asegura que esa "sucesión forzada" es legal. Ah, pero, ¿será que él es el que manda en Honduras?, porque fue el Ejército el que metió la mano para expulsar al converso ex-presidente.
De paso, ese mismo Ejército desobedeció a Zelaya y a pesar de que éste destituyó al jefe del estado mayor, los tribunales echaron para atrás la decisión y Mel no hizo caso de esa medida. Ahora los militares hondureños mandan y no Micheletti.
Así que en Honduras comenzó la cosa. Que Dani, Raúl, Evo, Rafael y el que te conté vayan al lavamanos, se laven la cara, preparen la afeitadora o sencillamente busquen una ponchera -palangana- y metan la cara, porque como dice el refrán: "SI VES LAS BARBAS DE TU VECINO (ensombrerado) ARDER, PON LAS TUYAS EN REMOJO".
Y el negrito aquel sonríe mucho, pero...
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