Por: Oscar Andrade Espinoza
El mandamás venezolano, Hugo Chávez, montó en cólera cuando se enteró del incendio provocado por estudiantes que manifestaban en contra de las intenciones reeleccionistas del mandatario.
Ordenó "echarle gas del bueno a los estudiantes que tomen carreteras, ordeno eso a los comandantes y funcionarios, si éstos no acatan el mandato, me los raspo", gritó el comandante presidente.
La dirigencia estudiantil manifestó su molestia por esa bravuconada, pero el precio que comienzan a pagar es la quema del vehículo conducido por el presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, Ricardo Sánchez.
Ha habido manifestaciones en ciudades como Maracaibo, donde estudiantes de la Universidad "José Gregorio Hernández" colocaron, durante la toma de la avenida Delicias, una pancarta que decía: "vení a echarnos gas". A raíz del llamado del Presidente, a un grupo de estudiantes reunido en la plaza Venezuela, Caracas, un motorizado les lanzó una bomba lacrimógena; cuidado si otras acciones similares no se producen en otras universidades.
Esa misma energía con que el Presidente ordena echar "gas del bueno" a los estudiantes que manifiesten, esa misma dureza debería canalizarla contra esos sujetos que asesinan personas inocentes, durante robos o ajustes de cuentas, contra los sicarios, los secuestradores y quienes trafican con estupefacientes; a ellos es a quienes deberían tirarles las bombas, no a unos jóvenes que únicamente cometen el pecado de organizar marchas y protestas contra la posibilidad de aprobarse la enmienda constitucional en febrero.
Cifras de homicidios no hay porque el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas no ha deporado los números, sin embargo millares de venezolanos caen bajo las balas del crimen que asalta y acaba con la vida de ciudadanos de bien.
Ese "gas del bueno" con el que se llena la boca el primer mandatario venezolano es el que deben lanzar a los malvivientes que producen bajas en hombres y mujeres que habitan en sectores peligrosos, como Integración Comunal, El Marite o los Tres Locos -Maracaibo- o Petare y El Valle -región Capital-, que salen a fiestas y regresan en la madrugada -si no los ultiman antes- o que sacan cuantiosas sumas de dinero de los bancos o de los cajeros automáticos.
SEÑOR PRESIDENTE, SON ESTOS INDIVIDUOS, LOS ASESINOS, SECUESTRADORES, NARCOTRAFICANTES, SICARIOS, A QUIENES DEBE ECHARLES EL "GAS DEL BUENO", NO A ESTUDIANTES QUE MANIFIESTAN.
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