martes, 28 de abril de 2009

CHÁVEZ A SUS ANCHAS: OPOSICIÓN DESDIBUJADA


Por: Oscar Andrade Espinoza
El lunes 20 de abril, la expectativa por la actuación del alcalde (?) de Maracaibo, Manuel Rosales Guerrero, en cuanto a su comparecencia ante el Tribunal que investiga el supuesto enriquecimiento ilícito del cual se le acusa, era muy grande. Nadie sabía entonces si el exgobernador zuliano acudiría o no al Tribunal.
Muchos comentaban que sí iría; pero otros confesaban su preocupación, porque posiblemente le iban a echar el guante en pleno tribunal.
Por ese motivo, los jerarcas de Un Nuevo Tiempo, partido que lidera Rosales, decidieron que no acudiera a la cita, que desapareciera. De pronto, aparece el exgobernador Omar Barboza declarando que Rosales está "en un país amigo".
Transcurren los días y el exalcalde (porque se fue de Venezuela) apareció en Perú, pidiendo asilo, además de declarar que "demócrata no se entrega a dictador" (¿quién rayos lo asesora?).
Personalmente, esta postura de Rosales lo deja en evidencia. Debía ir al Tribunal, con la disposición de rebatir las pruebas en su contra, si de verdad no incurrió en ilícitos. Si caía preso, pues que se sometiera a la justicia, porque a fin de cuentas, él sería favorecido, por el hecho de dejar claro que el "régimen" hostiga a los opositores y hubiera quedado como un mártir y hasta su popularidad hubiera estado in crescendo.
Ah, pero no, decide hacerle caso a los "cantos de ballenas" de su partido y huir, como un cobarde (después dicen que Chávez lo es).
Este movimiento y otros hechos por la oposición (o lo que queda de ella), verbigracia, el paro del 2002 (muchas colas que hasta a ellos les afectó, para equipar los carros con gasolina o adquirir gas doméstico); las manifestaciones militares en Altamira y hasta el monigote que tuvo la infeliz idea de hablar durante un acto pestes del Presidente (el mismo que creó el coro "se vaa, se va, se va, se vaaa"), son como plomo en el ala.
Por cierto, esa frase la utiliza mucho el colega coriano Peyo Sierra Graterol, quien en el 2006, dos años después del fallido referendo revocatorio y a un mes de las elecciones presidenciales, donde Manuelito cayó ante Hugo Chávez, escribió el libro "¿Por qué Murió la Oposición Venezolana?".
El título aún está vigente, porque luego de haberse fugado Rosales, muchos creen que nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE, tendrá las pelotas para parársele al frente a Chávez, pero nadie. Porque precisamente esa oposición arrastra las taras de actuaciones de gobiernos como Luis Herrera (viernes negro), Lusinchi (Jeeps de Ciliberto, RECADI, casos de corrupción, Blanca Ibáñez vestida de general), CAP (el famoso caso de la partida secreta), Caldera II (esa inflación que en 1996 alcanzó el 103,2 por ciento).
¿Con qué prestigio se presentará la oposición para las presidenciales de 2012, con un Chávez crecido, con un Rosales huido?. A este paso, Hugo llega fácil al 2025.
Entonces, le doy a razón a Peyo Sierra, murió la oposición venezolana, y ahora más que nunca, porque Rosales no se portó como el valiente que muchos pensamos.

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