EL GOCHO NO SE ENCADENABA TANTO

Por: Oscar Andrade Espinoza
Si la memoria no me falla, ningún presidente de la República antes del actual se encadenaba tanto. Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera, Jaime Lusinchi, desde 1969 hasta 1983 utilizaban poco los medios para anuncios de cadenas presidenciales (Luis Herrera quizá fue el único que empleó este mecanismo de comunicación, los lunes, con las ruedas de prensa).
No mencioné a Rómulo Betancourt porque quien escribe no había nacido ni a Raúl Leoni porque era muy pequeño entonces (pero nombro a los sucesores, porque ya tenía cierto uso de razón).
Carlos Andrés Pérez, en su segundo gobierno, y Rafael Caldera, en su segunda etapa, poco emplearon las cadenas presidenciales –El Gocho sólo se encadenó varias veces cuando los sucesos de saqueos a supermercados y posteriores muertes, el 27 y 28 de febrero de 1989, y cuando lo iban a derrocar ese 4 de febrero de 1992-.
Pero el Presidente Hugo Chávez se ha propuesto batir un récord mundial, como los que estila Guinness. Entre el jueves 21 y el viernes 22, se ha encadenado cuatro veces: una, a la una de la tarde; otra, a las 7:30 de la noche, el jueves. El viernes, se encadenó a las 2:30 y a las 5:15 de la tarde. Sin contar con una cadena que hace algunos meses atrás duró casi ocho horas. Más el pocotón de cadenas que ha transmitido en estos casi diez años de mandato bolivariano. Menos mal que existe la televisión por cable y muchos optan por cambiar el canal, pero quienes no cuentan con ese sistema deberán calarse a Chávez en TV y en radio, sin pataleo. Claro, no tiene contendor de peso (hasta los momentos no se vislumbra en lo inmediato) rumbo a las elecciones presidenciales de 2012, porque Manuel Rosales, líder natural de la oposición venezolana, debe guardar silencio mientras esté asilado en Perú; Leopoldo López no puede optar –está inhabilitado por la Contraloría General de la República- y otros nombres no cuentan.
Sin ese contrincante que le baje los humos, Chávez hará lo que le da la gana; si quiere, puede buscar la manera de intervenir las televisoras por cable y que toditos los canales transmitan sus peroratas.
No hay mal que dure cien años…