A COCINAR CON MANTECA: ACEITE

DESAPARECIÓ DE LA FAZ DE LA TIERRA

OSCAR ANDRADE ESPINOZA

Ni siquiera en pintura se ve el aceite de comer. Después de haber sido ajustado su precio hace dos años, en junio de 2009, a 4,73 bolívares, y el 14 de abril de este año, a 6,54; ni quienes se dicen militantes del proceso socialista logran obtener aunque sea un litro del producto.

Ni en los supermercados privados, ni en grandes abastos, ni siquiera en Mercal, PDVAL o los abastos Bicentenario (antes Éxito y Cada), es posible lograr la compra de un litrito de aceite comestible, llamado de mezcla, de ajonjolí y maní. La escasez del producto ha sido recurrente este año, con el precio viejo y a pesar del ajuste del precio a 6,54, no es viable ver el producto en los anaqueles. Desde hace casi dos meses ni siquiera han sacado cajas del depósito para que los compradores hagan cola en los supermercados con el objeto de comprar el aceite.

Amas de casa han manifestado su preocupación y están a punto de hacer como en el lejano oeste, donde se colocaban retratos de malhechores con la coletilla de "se busca", pero en este caso, con la foto del envase de aceite.

Están dispuestas a freír los alimentos con manteca, porque hasta ahora es imposible hallar el aceite, aunque algunas presentaciones más costosas están a la vista de algunos, en contados supermercados, y ni hablar del "mercado negro", donde abunda el producto de mezcla, pero a veinte bolívares el litro.

La otra desaparecida

El aderezo para la arepa caliente también se fue de vacaciones. A finales de abril, el envase de medio kilo había subido de 6,05 a 7,25 bolívares, pero la están buscando con lupa y no la hallan.

La margarina ha sufrido muchos ajustes de precio en los últimos meses, porque no es un producto regulado. Se rumora que su precio será, muy pronto, de unos 8,40 bolívares, pero la información está por confirmarse.

La carencia de producción ha contribuido con la escasez de estos productos. Falta una serie de incentivos para lograr mayor producción nacional, porque las importaciones (la margarina viene de Colombia, donde está la Polar) encarecen los referidos alimentos.

Hay fábricas como Diana, que producen aceite y margarina, pero éstos se destinan a los bicentenarios, mercal o pdval, donde las colas son sumamente extensas y habría que amanecer en esos establecimientos para lograr entrar aunque sea a media mañana y llevarse el litrito de aceite y el potecito de margarina.