OSCAR ANDRADE ESPINOZA
A pesar de la instrumentación del Plan de Racionamiento Programado del suministro de energía eléctrica, hace casi un mes, no se han logrado los resultados esperados. La medida ordenada por el presidente Hugo Chávez y ejecutada por el Ministerio de Energía Eléctrica, la Corporación Eléctrica Nacional y las empresas filiales, entre éstas ENELVEN y ENELCO en el estado Zulia, no ha evitado reducir el caudal de la represa de El Guri, cuya planta termoeléctrica genera el setenta por ciento de energía para el país.
Desde el 12 de enero hasta el presente, la cota de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (El Guri) ha bajado al menos cuatro metros, ubicándose el 7 de febrero (últimas cifras disponibles) en 257,36 metros sobre el nivel del mar (msnm). El nivel seguro debe situarse en 270 msnm. Si la presa llega a 240 msnm, entra en una zona de colapso, ni siquiera tendrá capacidad para generar suficiente energía eléctrica hacia el resto del país.
Significa que es inútil la aplicación del esquema de racionamiento eléctrico, porque de todas maneras, según cálculos dados a conocer en medios impresos por expertos en optimización energética de ENELVEN, si diariamente se reduce de nueve a trece centímetros de agua en la represa, demoraría al menos un mes para llegar al nivel crítico (240 msnm). Por ello, en lugar de flexibilizar los cortes de energía, más bien habrán de ser aumentadas las horas a racionar, a no ser que llueva constantemente sobre los afluentes del embalse ubicado en el estado Bolívar, al Sureste de Venezuela.
Nadie se imagina un corte de cuatro horas diarias en Maracaibo, ciudad por demás calurosa, donde el común de los citadinos apela al aire acondicionado para mitigar el clima.
En caso de determinarse, en el futuro, cortes diarios de cuatro o más horas en Maracaibo, los directivos de ENELVEN deberán ser escoltados, porque el descontento presente en las comunidades que a diario protestan por la medida se verá incrementado, aún cuando, se supone, el racionamiento debería beneficiar a los consumidores del servicio, para evitar el colapso de la central hidroeléctrica Simón Bolívar (a pesar de ser inminente la merma del caudal de agua, rumbo a niveles críticos).
Con más razón se consideran fútiles los cortes, cuando se conoce, de boca del ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, que la meta de ahorro energético era del veinte por ciento, sin embargo apenas se ha logrado economizar el cuatro por ciento.
Con más razón se consideran fútiles los cortes, cuando se conoce, de boca del ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, que la meta de ahorro energético era del veinte por ciento, sin embargo apenas se ha logrado economizar el cuatro por ciento.
Queda hacer caso a las recomendaciones para ahorrar energía, aunque, en el caso de Maracaibo, optan por encender el aire acondicionado horas antes para, al momento del corte, dejar las habitaciones con un clima relativamente agradable.
Hay que apagar los bombillos en las habitaciones que queden solas, así como los artefactos eléctricos que no se usen. Debe preferirse los focos ahorradores a los incandescentes, porque estos últimos consumen mucha electricidad.
Si se va a encender el aire horas antes, reducir los minutos para ahorrar energía.
Desconectar los cargadores de teléfonos o celulares, porque consumen energía eléctrica, aunque no tengan los artefactos conectados.
Tratar de apagar el televisor antes de dormir o programarlo en caso de tener reloj, para que al momento de quedarse dormido esté apagado.
Se aconseja desconectar los artefactos si es posible antes del corte de energía o en todo caso quince minutos antes de la reposición del servicio. Y conectarlos cinco minutos después de culminado el corte (ENELVEN recomienda diez minutos). Así se evitan daños en los aparatos.
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