Por: Oscar Andrade Espinoza
… y va pa’ bajo. La crisis económica estadounidense ha producido un efecto dominó tal que ha incidido en la caída de los precios del petróleo.
Venezuela no es la excepción. Este viernes, el precio de la cesta petrolera cerró en 34,49 dólares el barril. A mediados de julio el valor de la cesta criolla se encontraba en 132,53 DBP –dólares el barril de petróleo-. Una simple operación aritmética da como resultado que nuestro país ve mermar el precio de su petróleo en 98,04 DBP, casi cien dólares, sin que se halle el remedio a la enfermedad.
¿Qué pasará con el presupuesto del año 2009? ¿Se calculará con base en 60 DBP? ¿El gobierno replanteará ese cálculo?
Desde finales de septiembre, cuando el precio de la cesta venezolana cerró en 98,28 DBP, no ha habido un asomo de remontada. Todas las semanas, aunque sea un dólar, baja el precio de nuestro petróleo y aquí ya están peleando por una enmienda constitucional, para que el Presidente de Venezuela sea electo una y otra vez, hasta que ya.
Muchos niños en la calle, pobreza, comida cara, calles con huecos, llenas de basura, sujetos entrando a las casas a mano armada, secuestros y contaminación ambiental, son situaciones que se unen al cada vez más sombrío panorama petrolero venezolano, especie de nubarrón que presagia una tormenta, sin que se procure una solución a este problema.
De seguir bajando el precio del petróleo de éste, mi país, tu país, fácilmente cerrará a menos de veinte DBP en la última semana del año –posiblemente el 26 de diciembre-.
Sólo queda rezar…
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