Por: Oscar Andrade Espinoza
Tanto nadar para morir en la orilla. A pesar de la reducción de más de dos millones de barriles de petróleo para la producción diaria –en el caso de Venezuela, 189 mil barriles-, determinada en la última reunión de los representantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo –OPEP-, el precio de la cesta venezolana apenas se ubicó en 32,14 dólares el barril –DBP-, logrando de esta manera una leve alza, algo que no ocurría desde septiembre, cuando el precio de nuestra cesta petrolera rondaba los 98 DBP y comenzó a bajar desde ese momento hasta la pasada semana, cuando registró 31,36 DBP.
Atrás quedó el recuerdo de un precio del petróleo venezolano, a 132 DBP –a mediados de julio-, mismo que se vio derrumbar paulatinamente ante eventos como la crisis financiera mundial y la reducción de la demanda.
Lo cumbre es que no se han tomado las previsiones para aprovechar ese caudal de recursos y ahora, con el petróleo a 32 dólares el barril habrá que pedirle a Dios que este evento no afecte la economía venezolana, tomando en cuenta que el presupuesto de 2009 se aprobó en la Asamblea Nacional con base en el precio del petróleo a 60 dólares.
Ojalá el recorte de la producción diaria sea acatado no sólo por los mismos países miembros de la OPEP, sino por Rusia, Azerbaiyán, México y otros países no OPEP, porque si estos últimos no reducen la producción el precio del barril de petróleo caerá a niveles insospechados, a tal punto que el gobierno venezolano deberá aumentar el IVA, el Débito Bancario, otros impuestos y devaluar el bolívar a siete bolívares fuertes, para enfrentar la crisis.
El crash financiero mundial podría afectar a Venezuela en tres meses, a menos que el Todopoderoso favorezca a nuestro país con alzas sucesivas del crudo; de otra manera, esto se lo lleva quien lo trajo…
viernes, 19 de diciembre de 2008
DE NADA SIRVIÓ EL RECORTE
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