viernes, 5 de diciembre de 2008

BASURA MARABINA TIENE HARTA HAMBRE

Por: Oscar Andrade Espinoza
Maracaibo, fundamentalmente la zona noroeste, tiene un mes y cuatro días que no le ve la cara a un camioncito del Aseo Urbano.
Hay una invasión de gusanos, moscas, ratas, cucarachas, zancudos, serpientes y todo bicho de uña, en cada casa. Resulta ser que apenas hay dieciséis unidades en buen estado que se emplean para recoger la basura. Había cincuenta compactadoras, pero por descuido y negligencia de las autoridades salientes, treinta y cuatro camiones esperan reparación y se hallan arrumados en talleres.
Las nuevas autoridades municipales se enchufaron desde el primero de diciembre. Nooo, no es que pensamos que Manuel Rosales es Súperman y va a resolver de una buena vez todos y cada uno de los problemas que aquejan a los marabinos, no. Entendemos que la crisis en la cual está sumido el servicio de aseo urbano y domiciliario es prácticamente imposible sortearla de un momento a otro, dadas las circunstancias en que se encuentran las unidades del aseo.
Sin embargo, cunde la preocupación en la comunidad maracaibera, sobre todo, en los habitantes de los sectores Panamericano, Ciudadela Faría, Los Olivos, La Boquilla, Bajo Seco y barrio Blanco, donde no cabe ni un alfiler de basura.
Es como un monstruo de mil cabezas el montón de basura que se apila frente a las casas, caldo de cultivos de moscas y otras alimañas, suerte de gigante que amenaza con tragarse a los habitantes de la calurosa ciudad.
Y los que aprovechan y hacen su agosto son unos jovencitos quienes, para redondearse los aguinaldos, ofrecen, mediante carretas remolcadas por bestias, el servicio de recolección de basura, por 20 y hasta por 30 bolívares fuertes (20 mil y 30 mil bolívares de los viejos).
Los nativos y residentes de Maracaibo, los que votaron por el hoy alcalde Manuel Rosales, los que lo hicieron por Henry Ramírez –el de Chávez-, esperan que las nuevas autoridades se arremanguen la camisa y “manos a la obra”, QUEREMOS UNA CIUDAD LIMPIA, confiamos en ustedes.

No hay comentarios: