Por: Oscar Andrade Espinoza
El ser humano que logre colocarse en un puesto de trabajo después de apagar las cuarenta velitas, debería ser considerado un héroe; más aún en Venezuela, donde los buscadores de empleo privilegian la juventud antes que la experiencia.
Si no, pregúntenle a Simplicio Moreno, quien después de diez años de laborar en una institución gubernamental, decidió retirarse a sus 41 años para volver a su ciudad natal, con el fin de cursar una maestría, estudios que no podía hacer en la población donde laboraba, porque allí sencillamente esa maestría no la daban.
A pesar de su experiencia, de introducir hojas de vida en diversas oficinas y de enviarlas vía correo electrónico a varias empresas, Simplicio aún espera el llamado; ha acudido a algunas entrevistas, pero el éxito no le ha sonreído. Es posible que la edad juegue en su contra.
“Quedarse sin trabajo es traumático a cualquier edad. Más aún, si la persona afectada supera la cuarentena. Muchas empresas prefieren apostar por los recién titulados y las personas más jóvenes, dejando de lado un talento que, muchas veces, resulta desperdiciado”.
Laboris.net, portal español sobre asuntos laborales, hace esa reflexión ante la cual añade que el mundo no se acaba si quien cumple cuarenta o más años vive esa embarazosa situación y hay que levantar el ánimo.
“Quedarse sin trabajo es traumático para cualquiera, pero si además se tienen más de 40 ó 45 años y cargas familiares, la situación se complica y cuando se alarga en el tiempo puede ocasionar trastornos como la pérdida de autoestima y la depresión crónica”, resalta el portal.
Las personas que han transitado más de la cuarentena de años, con escasa formación académica y que hayan sido despedidas después de muchos años de trabajo, están desorientadas y eso las paraliza; “los parados mayores de 40-45 años con un cierto nivel de estudios tienen más posibilidades de encontrar empleo”, precisa laboris.net.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística reflejan en Venezuela una tasa del 7,20 por ciento de desempleo, en septiembre de este año, vale decir, más de ochocientos mil habitantes que no encuentran colocación. ¿Cuántos cuarentones no hallan empleo en la tierra bolivariana?. Buena pregunta para el INE, donde no hay cifras relacionadas con este segmento de la población.
A quienes tengan cuarenta o más años no les queda otra sino seguir estudiando, realizar cursos, actualizarse en lo concerniente a nuevas tecnologías y asumir una actitud verdaderamente positiva.
El ser humano que logre colocarse en un puesto de trabajo después de apagar las cuarenta velitas, debería ser considerado un héroe; más aún en Venezuela, donde los buscadores de empleo privilegian la juventud antes que la experiencia.
Si no, pregúntenle a Simplicio Moreno, quien después de diez años de laborar en una institución gubernamental, decidió retirarse a sus 41 años para volver a su ciudad natal, con el fin de cursar una maestría, estudios que no podía hacer en la población donde laboraba, porque allí sencillamente esa maestría no la daban.
A pesar de su experiencia, de introducir hojas de vida en diversas oficinas y de enviarlas vía correo electrónico a varias empresas, Simplicio aún espera el llamado; ha acudido a algunas entrevistas, pero el éxito no le ha sonreído. Es posible que la edad juegue en su contra.
“Quedarse sin trabajo es traumático a cualquier edad. Más aún, si la persona afectada supera la cuarentena. Muchas empresas prefieren apostar por los recién titulados y las personas más jóvenes, dejando de lado un talento que, muchas veces, resulta desperdiciado”.
Laboris.net, portal español sobre asuntos laborales, hace esa reflexión ante la cual añade que el mundo no se acaba si quien cumple cuarenta o más años vive esa embarazosa situación y hay que levantar el ánimo.
“Quedarse sin trabajo es traumático para cualquiera, pero si además se tienen más de 40 ó 45 años y cargas familiares, la situación se complica y cuando se alarga en el tiempo puede ocasionar trastornos como la pérdida de autoestima y la depresión crónica”, resalta el portal.
Las personas que han transitado más de la cuarentena de años, con escasa formación académica y que hayan sido despedidas después de muchos años de trabajo, están desorientadas y eso las paraliza; “los parados mayores de 40-45 años con un cierto nivel de estudios tienen más posibilidades de encontrar empleo”, precisa laboris.net.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística reflejan en Venezuela una tasa del 7,20 por ciento de desempleo, en septiembre de este año, vale decir, más de ochocientos mil habitantes que no encuentran colocación. ¿Cuántos cuarentones no hallan empleo en la tierra bolivariana?. Buena pregunta para el INE, donde no hay cifras relacionadas con este segmento de la población.
A quienes tengan cuarenta o más años no les queda otra sino seguir estudiando, realizar cursos, actualizarse en lo concerniente a nuevas tecnologías y asumir una actitud verdaderamente positiva.
Un reto hallar empleo a los cuarenta o más años
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