jueves, 30 de julio de 2009

Y VAN TRES...

Por: Oscar Andrade Espinoza
El régimen bolivariano no quiere disidencia. Lo ha demostrado hasta la saciedad. No le basta con eliminar los circuitos radiales, alegando una supuesta democratización del espectro radial, pero eso es una farsa, porque van a crear un Circuito de la Revolución, para difundir los logros (¿?) del Líder rojo rojito y su gobierno, además de intentar ideologizar a quienes oigan esas emisoras de este circuito bolivariano. Será algo así como Radio Rebelde, de Cuba...
También escucharemos los gritos destemplados del presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, expresando SU ODIO a la oligarquía, nada más recuerden esa asamblea en el estado Zulia, transmitida por la televisión y el portal de videos Youtube.
Ah, pero al Gran Cacao le satisfará silenciar a quienes difunden la noticia, quienes reportean, quienes cumplen con el deber de ser portavoces de denuncias, por supuesto, denuncias éstas que deben ser confirmadas, porque de lo contrario la cárcel esperará a quien incurra en el error de no comprobar acusaciones de corrupción u otros delitos (imagínense a un general demandando a un colega comunicador social, que cometió el pecado de acusarlo, a través de declarantes que luego escurrieron el bulto, de asesinato).
Hablando de cárcel, ya son tres los periodistas que esán tras las rejas. Los nombro: José Rafael Ramírez, en 2007, acusado de extorsión; Leocenis García, en mayo de 2008, por supuesto porte ilícito de armas y por destrozar la sede de un medio de comunicación en Valencia, y Gustavo Azócar Alcalá, apenas hace horas, célebre por los tanganazos que le propinó la diputada revolucionaria Iris Valera un 20 de noviembre, en pleno programa televisivo.
Pero por ese hecho no fue preso, sino por el simple desliz de ser directivo de una emisora de radio tachirense, cuando se produjo el incidente con una agencia de loterías y una publicidad supuestamente no difundida, pero que en realidad si transmitieron. A él lo acusan de estafa, lucro ilegal en actos de administración pública y falsificación de documento privado. Y resulta que no ha cobrado ni un céntimo por esa publicidad.
Entonces le tienden una celada, luego de haber sido echado de la emisora, en septiembre de 2000, gracias a jugarretas del gobernador de turno, un rojo rojito que ya no está en el poder, a Dios gracias.
Y Azócar se convierte en el tercer periodista preso durante la larga gestión del Comandante Presidente. Así que colega, CUIDADO, al escribir, al hablar en la calle, no firme documentos sin leerlos bien, que le pueden colocar una trampa y su hogar en los próximos años será detrás de los mugrosos barrotes de hierro, en una celda tres por tres, acompañado de malandros dispuestos a violarlo, caerle a puñetazo limpio, puñaladas o quitarle a fuerza lo poco que lleve encima...

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