LOS PROBLEMAS DE MARACAIBO
OSCAR ANDRADE ESPINOZA
Pros y contras. El buen resultado de las elecciones parlamentarias de septiembre contra la falta de experiencia y poco calado en sectores populares. El indefectible respaldo de choferes y sectores pobres contra el desastre de resultado en las elecciones de diputados. El panorama del sector opositor y el del sector socialista.
Eveling Trejo de Rosales va con ventaja a las elecciones del 5 de diciembre en Maracaibo. Pero no la han visto en muchos barrios de la capital zuliana. Giancarlo Di Martino sí se ha observado en cada rincón de Maracaibo y tiene el indudable respaldo de choferes y barrenderos de la urbe del sol amado. No obstante carga con el lastre de ser casi un recién llegado -porque viene de ejercer hasta hace poco como cónsul en Milán- y formar parte del Partido Socialista Unido de Venezuela, del presidente Hugo Chávez.
Cada uno tiene su oportunidad. La ventaja de Di Martino es que ha sido suficientemente promocionado. Su propaganda se ve en los autobuses, carritos por puestos, microbuses, en los barrios.
La esposa de Manuel Rosales Guerrero tiene a su favor que en las parlamentarias la oposición encarnada en la Mesa Unitaria Democrática -de la cual forma parte Un Nuevo Tiempo- logró más del 60 por ciento de los votos y en algunos circuitos más del 70 por ciento.
Sin embargo, estos resultados no pueden endosarse a las elecciones de diciembre, porque son comicios diferentes. El lema para la MUD es no confiarse ni dormirse. A buscar los votos toca.
Respecto al socialista, si bien es cierto que su cara se ha visto en los barrios, en los buses y tiene el respaldo de los llamados salserines, tiene la desventaja de que Maracaibo es tierra opositora y deberá jugarse el resto.